Cómo tratar las ampollas

Las ampollas son lesiones comunes en el aire libre, pero si éstas surgen por sí mismos y no son atendidos, pueden llegar a infectarse. Utilice los siguientes pasos para minimizar el riesgo de infección.

  • Lávese las manos con jabón desinfectante y agua.

  • Póngase los guantes de látex.

  • Limpiar alrededor del sitio de la ampolla con un jabón desinfectante o solución.

  • Esterilizar la punta de una aguja, un cuchillo o bisturí por remojo durante al menos tres minutos en una solución desinfectante o calentándolo hasta que se ilumina en rojo, a continuación se enfría.

  • Hacer una pequeña incisión en la base de la ampolla. Asegúrese de dejar el techo de la ampolla fijada para que pueda seguir para proteger la piel.

  • Use un dedo enguantado para empujar suavemente el líquido.

  • Aplicar pomada antibiótica a un trozo de gasa y cubrir la herida.

  • Cortar un agujero del tamaño de la ampolla en un trozo de piel de topo.

  • Cubrir la ampolla con la piel de topo de modo que la ampolla descansa en el centro del agujero y los palos de adhesivo a la piel alrededor de la ampolla.

  • Compruebe la ampolla todos los días en busca de signos de infección: calor, dolor e hinchazón en o alrededor de la ampolla, pus, vetas rojas que irradian de la ampolla, o fiebre.

Consejos advertencias

  • Esta información no pretende ser un sustituto de consejo médico profesional o el tratamiento.
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