¿Cómo saber si usted tiene un hígado dañado

El hígado es un órgano único, ya que tiene la capacidad de regenerarse a sí mismo. En situaciones agudas, tales como la sobredosis de paracetamol, la ingestión de setas venenosas y ciertas infecciones virales, el hígado revertir el daño con la ayuda de tiempo y medicamentos. En situaciones crónicas, como la cirrosis, la hepatitis, la hemocromatosis y la malnutrición, el hígado puede ser dañado tan severamente que el ahorro de una parte de ella o un trasplante totales son las únicas opciones. El tratamiento oportuno por ver a su médico y ser consciente de los síntomas de daño hepático es la clave para un resultado exitoso.

  • Hable con su médico acerca de la ejecución de algunas pruebas para comprobar si hay daños en el hígado. El médico le hará una o todas de las siguientes: un examen físico, función hepática y pruebas de sangre CBC, y una prueba de imagen del abdomen como una tomografía computarizada o una ecografía. Todas estas pruebas ayudarán en el diagnóstico de la cantidad de daño que se ha hecho al hígado y aclarar las opciones de tratamiento.

  • Evitar el alcohol si usted sospecha que tiene daño hepático. El alcohol es una de las principales causas de un hígado dañado. El alcohol se metaboliza en el hígado y la bebida va a exacerbar el problema.

  • Inspeccionar su cuerpo en busca de signos de daño hepático. protuberancias amarillas alrededor de los ojos, dedos que se curvan hacia arriba, con las palmas rojas, un abdomen hinchado y vasos sanguíneos en forma de araña en la piel son todos los signos de posible daño hepático. Consulte a su médico si nota cualquiera de estos síntomas.

  • Pesarse para ver si usted está perdiendo peso. La pérdida de peso, falta de apetito, y la sensación enfermo y débil son síntomas de daño hepático. Consulte con el médico si nota estos síntomas.

  • Revisar sus heces en busca de signos de daño hepático. Si las heces aspecto grasiento y mal olor, que podría ser debido a daños en el hígado. respaldo de bilis en el hígado causa una falta de absorción de las vitaminas grasas y solubles en grasa en el cuerpo, causando heces aceitosas.

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