Cómo prevenir resbalones y caídas en una cocina comercial

Los empleados en las cocinas comerciales a menudo trabajan bajo presión de tiempo, por lo que los accidentes son muy comunes. Estos accidentes van desde alimentos no tan grave derramado hasta huesos rotos o peor. En cualquier tipo de cocina comercial, evitando resbalones y caídas deben ser una prioridad. Una política de prevención de accidentes firme le ayudará a mantener seguros a los trabajadores y ayudar a protegerse legalmente.

  • Instalar el suelo antideslizante en toda la zona de la cocina. Una cocina comercial debe tener el grado más alto de suelo antideslizante para prevenir resbalones y caídas.

  • Cubrir determinadas áreas con suelo antideslizante cubiertas para protección adicional. Las áreas de alto riesgo incluyen lugares que se puedan mojar, aceitosa o grasosa, como alrededor de fregaderos y estufas.

  • Exigir que todos sus trabajadores usen antideslizantes zapatos diseñados para trabajar en una cocina comercial. Incluso los empleados que no trabajan regularmente en la cocina, como ayudantes de camarero y servidores, se deben usar estos zapatos porque todo el mundo camina a través de la cocina en un momento u otro.

  • Implementar una política que obliga a los trabajadores para limpiar los derrames tan pronto como sea posible. Agua, aceite, grasa y otras sustancias resbaladizas pueden causar fácilmente resbalones y caídas, incluso si usted tiene pisos antideslizantes y zapatos.

  • Dile a tus trabajadores para colocar señales de advertencia cerca de derrames que no se pueden limpiar de inmediato - por ejemplo, en las calzadas. De esta manera, sus trabajadores sabrá que tener cuidado en torno a esas áreas hasta que el derrame se puede limpiar.

  • Sea consistente y hacer cumplir sus nuevas reglas. Deje que sus empleados saben lo que serán las consecuencias de no seguir las reglas como la colocación de señales de advertencia o el uso de zapatos antideslizantes. Por ejemplo, es posible exigir a los trabajadores que no cumplen para asistir a una sesión de entrenamiento de seguridad. Hablar con su personal con regularidad, y recordarles los peligros de resbalones y caídas.

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